lunes, 18 de mayo de 2009

Murió Mario Benedetti


Murió un grande de la Literatura Hispanoamericana. Aprendimos de él que "el primer y más grande compromiso es con la propia obra". A continuación reproducimos la información que hizo El Comercio de Lima para el mundo.

Montevideo. (AP) – Mientras en Uruguay se declaró el lunes día oficial de luto, el mundo literario lamentaba la muerte del escritor, poeta y ensayista uruguayo Mario Benedetti.“Todo lo que digamos de Benedetti será poco en comparación a lo que él hizo por acercar su poesía a todos los ciudadanos”, dijo Angeles González-Sinde, ministra de Cultura del gobierno de España, donde Benedetti residió durante algunos de los años de su exilio. “Hizo de su obra algo muy personal para muchos”. “Mario perdió la batalla, nosotros, sus amigos, sus lectores, también”, escribió el laureado Nobel portugués José Saramago en su blog personal. “Restará la memoria, restarán los libros, pero, en este momento, memoria y libros casi nos parecen poco. El dolor y la tristeza no se aliviarán tan pronto”. Asimismo, la Universidad de Alicante, de la que el autor uruguayo era Doctor Honoris Causa, anunció que celebrará un acto de homenaje el próximo 26 de mayo. Benedetti donó a esta institución cerca de 2.000 ejemplares de libros y películas, entre los que se encuentran algunas ediciones de gran valor ya agotadas, de la biblioteca personal de su casa de Madrid. Los restos de Benedetti eran velados en el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo en medio de la congoja del mundo literario y popular, y serían enterrados el martes. “La literatura universal siente un desgarro”, expresó el escritor y director de Cultura de la intendencia de Montevideo, Mauricio Rosencof. “El dolor se dice callando”, reflexionó escuetamente Eduardo Galeano, otro de los importantes literatos del Uruguay, amigo personal de Benedetti. El escritor de 88 años falleció el domingo tras una enfermedad que venía padeciendo desde hacía más de un año, con problemas respiratorios y sangrado de colon por inflamación. Pasó hospitalizado desde el 24 de abril hasta el 6 de mayo, sometido a antibióticos, anti-inflamatorios y suero. En enero de 2008 pasó casi un mes internado y a partir de allí el deterioro de su salud virtualmente lo enclaustró en su departamento céntrico de Montevideo. Nunca pudo recuperarse bien del golpe que significó la muerte de su esposa Luz López, su compañera por 46 años, quien falleció en abril del 2006. “La vida es una máquina / para la cual no hay respuestas / ni repuestos”, había escrito Don Mario en uno de sus tantos versos que jalonaron su historia de poeta y autor de exitosas novelas como “Gracias por el fuego” y “La Tregua”, esta última traducida a varios idiomas y llevada al cine en 1974 por el director argentino Sergio Renán en una cinta protagonizada por Héctor Alterio. En Cuba, que Benedetti consideraba una suerte de polo ideológico de su vida, el deceso cayó como un balde de agua fría. “Sus poemas de una estética coloquial han servido mucho a las generaciones más jóvenes para enamorar y para la lectura íntima. Pero, sobre todo, fue un gran cuentista”, destacó el presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el novelista Miguel Barnet, tras enterarse del deceso. El autor defendió sin claudicaciones el régimen castrista, con lo que políticamente marcó divisiones. El periódico oficial Granma afirmó que “las letras lloran” por su pérdida. Y la Casa de las Américas, una de las instituciones culturales más reconocidas del continente y que el mismo Benedetti ayudó a prestigiar, informó que mañana realizará un acto en memoria del narrador. Benedetti fue galardonado en múltiples ocasiones: Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República, Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Montevideo, Premio Bartolomé Hidalgo a su trayectoria, premio Reina Sofía de España y una distinción del presidente de Chile Ricardo Lagos. Asimismo recibió el Premio Cristo Boptev de Bulgaria por sus ensayos y poemas. En 1987, recibió en Bruselas el Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela “Primavera con una esquina rota”, y en 1989 la Medalla Haydee Santamaría, otorgada por el Consejo de Estado de Cuba. La semana pasada, el día antes que retornara a su domicilio, Saramago y su esposa Pilar del Río convocaron a leer un poema para darle ánimo. “Arranquemos sus poemas de la inmovilidad de la página y hagamos con ellos una nube de palabras, de sonidos, de música, que atraviesen el mar atlántico y se detenga, como una orquesta protectora, delante de la ventana que está prohibido abrir, acunándole el sueño y haciéndolo sonreír al despertar”, escribió Saramago en su sitio web.

jueves, 14 de mayo de 2009

Norma Feliz en la librería Caliope

Todo un exito fue la presentación del poemario MADRUGADAS de nuestra buena amiga y Embajadora de la Sociedad Peruana de Poetas Norma Feliz Peralta en la librería Caliope de New York. Ella nos manda algunas fotos para conpartirlas con ustedes. ¡Felicidades!

Mostrando el libro Madrugadas

En la explicación del libro

Leyendo poemas de Madrugadas

El público asistente

miércoles, 13 de mayo de 2009

Poemas de Fariuska Lira Barulli


Fue inútil

Inmensa gravedad dejada por la locura esa noche,
Silencio profundo en mi habitación.
Deja de gritar que los lobos se han escondido,
Deja de amenazar con esa pistola descargada,
Y si deseas disparar cárgala y DISPARA de una vez.
Abandona tu cuerpo y tu absurdo deseo por estos ojos que no te quieren mirar.
¡Que no te amo! te digo, ¡que no te quiero!,
¡Vete! y ¡suéltame ya!
Sin pensarlo me arrancaste el rostro para que nadie me pudiera mirar.
Pero tu deseo fue inútil,
Cuando a mis brazos el amor verdadero llegó,
Convirtiendo la locura en cordura, el silencio en amor, los gritos en sonrisas.
Entonces mis ojos volvieron a brillar.

Fantasía o Realidad

Me despierto caminando sobre la miseria de mi pueblo que pide clemencia con

las manos llenas de sangre por defender a la patria.
Los niños que ayer jugaban hoy viven entre la basura buscando que comer,
hurgando entre los trastes viejos tratando de encontrar abrigo en aquella casa

que la lluvia destruyó aquel diciembre.
Me duermo tratando de soñar…
Vuelvo a la realidad, mirando la tristeza de mí pueblo, envuelto entre mentiras y

promesas, entre lágrimas y olvido.
Las ratas salen y hacen un festín de lo que ha quedado de nosotros,
disfrutando del pestilente aliento de aquel que ha venido a humillarte,
¡No puedo despertar! el lodo arrastra mi cuerpo y lo siento tan pesado como la

mano que vino a golpearte aquella tarde de abril.
Un chillido ensordecedor se escucho a lo lejos, eran las ratas invitando a la

destrucción de las almas de mi pueblo.
Después de tanta lucha desperté,
con las pupilas dilatadas y conciencia congelada, decepcionada con mis

sueños por no quedarse en un universo paralelo.


Abril

Este abril tan intenso, hace que el néctar de tus labios sepa a miel.
Los pajaritos en mi ventana me descubren pintando retazos de tus versos,
dibujando entre las nubes la silueta de tus dedos,
que se convierten en burbujas al rozar mi piel.
Me robo las flores por allí, caminando de tejado en tejado, mirando la luna

reflejada en el lago.
Abril, abril, no dejo de pensarte, ni de mirar las estrellas agradeciéndoles por

cumplir mi deseo,
Mi sueño hecho realidad, TU.
Entonces me pregunto ¿Qué es el amor?
Mi corazón se exalta y grita tu nombre.


Tú sombra

Y la luz del nombre del hotel de enfrente dibuja en la pared la silueta de tu cuerpo sobre mi cama, me quedo fijamente mirándola diciéndome “despierta de ese sueño”, cuando me doy media vuelta estabas allí, a mi lado! en mi cama! no lo podía creer y te mire, te mire, te mire; cuerpo de mujer perfecto, cabello negro; el color de tu piel no podía ver pero si sentir su suavidad.
Me detuve a olerte y sin darme cuenta estaba rozando tus labios con los míos, nuevamente me sorprendo, es real! está aquí! conmigo! en mi cama!...
Entonces, recordé lo que había sucedido: siempre te veía llegar a la misma librería en donde yo desde hace algunos años entraba todas las tardes a leer y tomar un café, esa tarde, sin temblar, como siempre me hacías poner, me acerque a ti, y te dije “hola!, ese libro cuenta la historia de un encuentro fortuito entre el amor y la muerte”, sonreíste y me invitaste a sentarme a tu lado para discutir sobre el libro que casualmente era uno de tus preferidos.
Reímos, hablamos, escuchamos música y del café pasamos a tomarnos 2 botellas de vino en mi apartamento, el cual me dijiste que te había encantado, además de mi colección de música, velas y libros.
Nuevamente regrese a la cama a observarte detenidamente, y aun seguía sin creer que eras tu, esa mujer que llevaba más 3 años viendo todas las tarde y que no me atrevía a hablarle porque la voz se me quebraba y la taza de café parecía ser sostenida por un anciano con Parkinson.
Comencé a besar tus pechos, sostenidos por mis manos y acariciando tus pezones sutilmente con mi lengua que no quería descansar esa noche, te bese desde el hombro hasta las uñas, desde el cuello hasta el vientre, desde tus pies hasta tus muslos, dejando de ultimo la mejor parte de ti, aun dormida tus piernas se abrieron para mi, y fue cuanto mi cara se poso sobre tu húmeda concavidad y esos hilos de amor, (como así los llamaste) eran míos!, despertaste de un gemido, pidiéndome que continuara, seguí sin parar, observando tus movimientos y la silueta de tu figura en mi pared, tus pies en mi espalda y mis manos tomando las tuyas para acompañarte mientras tocabas el cielo como me hiciste saber mas tarde.
Te abrace y me pediste que no te soltara, te aferraste a mi como tantas noches soñé, decidiste dormir esa noche conmigo y allí quedaste sobre mi pecho.
Cuando entró el sol por la ventana, y las luces del nombre del hotel se habían apagado, abrí mis ojos mientras una sonrisa se dibujaba en mi cara, iba dispuesto a darte los buenos días.
Al observar bien esa pequeña habitación estaba intacta, tal y como la había dejado la mañana anterior, un libro descansaba en mi pecho y mis lentes aun puestos en la cara, me senté y decidido salí para concretar un verdadero encuentro.


Fariuska Lira Barulli. Nació en la ciudad de Maracay Venezuela, es Abogado, Músico, Locutora y fotógrafa (aficionada). Comenzó a escribir a los 12 años, en donde compuso sus primeras canciones, ha escrito algunos poemas, así como relatos. Se encuentra Grabando su primer disco, compuesto por 10 canciones de su autoría (música y letra), titulado “YO SERÉ”. Ha participado en el III Congreso internacional de Metapoesía, así como en el IV Encuentro Octubre Tras las Huellas del Poeta en Chile.

martes, 12 de mayo de 2009

Poemas de Marialicia Atencio Briñez

CUALQUIER DÍA

Parece que nada se parece a todo
las dagas se incrustan en el vaso vacío
ya no hay tiempo ni reliquias
que disfruten no decir

del perfume de la tarde
me han dicho los duendes
pero ni un ser
infinitamente vanidoso
salta de alegría

contar, contar es lo que fascina al tiempo
estrepitosamente delirante
parece que las presiones
estallaran / se estrellaran
en mi rodilla derecha
pareciera que las luces
se las tragaran las hormigas

al momento de la brisa
del murmullo de las plantas
soy
no soy
realidad


TAN LEJOS ES NADA

Vuelve pequeña tristeza
y tumba las cometas que mis ojos
han reemplazado por tu ausencia
aguarda mi llegada hermosa primavera
luz de luna
radiante silencio

que si he de partir de nuevo
me tengas toda
me recuerdes
como un grito a lo lejos


COSAS

Hay cosas que la lluvia no dice
la espera no da el silencio no avisa
hay cosas que aunque suelten deshonras
no olvidas
ni a espirales ni a cuartas partes

hay cosas íntegras que las ganas añoran
vicios ciegos
esperanzas a cuestas
salidas de emergencia
hay cosas
que caminan dentro


Marialicia Atencio Briñez. Nació en Maracaibo, Venezuela en Julio de 1983. Pertenece a varias redes y movimientos en Venezuela y otros países. Asistió al III Congreso Internacional de Metapoesía en la ciudad de Maracay, Venezuela y al IV Encuentro de Poetas Octubre: Tras las huellas del poeta en varias ciudades chilenas. Es autora del poemario Luz de Fondo (2008) y actualmente dirige junto a Joe Montesinos la Revista de Poesía Latinoamericana Estentórica en versión impresa y Web.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Poemas de Carlos Alberto Bueno Mattos

SANGRE DE ROCAS

Tal vez solo querré a una mujer que tenga
quebradas y montañas y
amaneceres con niebla
dentro, muy dentro de sus ojos
que mire con esa garúa que riega los pulmones
y palmea la cara tan fríamente;
que abrace con musgo en las manos
duro y sincero
como las rocas del Apurimac
que huela a chacras de maíz
en febrero;
que sea alegre como el campo
después de la lluvia;
que me quiera como me quieren los fogones
en las noches frías
que conozca como yo;
el sabor de los piojos y la pobreza;
el llanto de las piedras y el viento
y el dolor de no cosechar lo sembrado


CURVAS EN CRUZ

Cuando languidece la tarde
y es tragada por su propio vientre
cuando los perfiles se difunden en el vacío
emana de mis ojos la noche,
viscosa y salada,
cortando mejillas,
destrozando sentidos,
eructando silencios y sombras
yo solo conmigo mismo,
pienso
tu sobre tu tierra
también te oprimen las Sombras?
también muerden tus sienes?
aun me guardas tus tardes y tus ojos?
pero no, que iluso he sido,
si las tardes mueren solo una vez,
y yo estoy hecho de sombras


CON LAS RAMAS AL VACIO

Han crecido sauces en mi pecho
y
sus
ramas
cuelgan
en las profundas quebradas de mi alma
sauces llorones sin flor
porque donde moran mis tardes
nunca ha llovido


NAVEGANTE DE LAS VEREDAS

Desde que me se
hospedero habitual del recuerdo
caminante sin camino
vestido de una pena antigua
solitario fumador de los cafetines anónimos
a la espera del pasado
al cotidiano reencuentro con los rostros desconocidos
a la unánime convocatoria de los sueños imposibles
perfectamente asimilado
a la resolución
de los barrancos sobre el río Apurimac
con los ojos colgados
de las puertas de entrada
a la espera de la lluvia
de las manos dormidas
de los febreros verdes

Único habitante de mi lecho
desde que me se
no me conozco



Carlos Alberto Bueno Mattos. El año 50 nací en Abancay, me amamantaron las rocas del río Apurimac. Promoción 71 de San Marcos, activista de círculos políticos, miembro de grupos poéticos, comensal endémico del comedor de San Fernando y finalmente Medico Veterinario
Hoy con mi cascaron ya rajado quiero compartir los poemas que guardo bajo mi almohada